Subir a un lugar más alto donde verlo todo mejor, prosperar
y pasar a un lugar superior, trascender a una mejor posición. Esto solo podemos
realizarlo con esfuerzo y dedicación, bien es cierto que no solo con ganas y
aplicándole altas dosis de corazón y coraje lograremos llegar donde queremos
estar. Es obligatoriamente necesario también tener talento y habilidad, además
de suerte y los contactos necesarios.
El talento es algo que se puede entrenar como casi todo en
esta vida y se puede mejorar, pero es cierto que difícilmente conseguiremos
igualar a los que ya de por sí la naturaleza les ha dado un talento innato que
además han ido puliendo con el adiestramiento.
Cuando se asciende, siempre está presente la posibilidad de
equivocarse y caer, llegar de nuevo a la hondonada desde donde empezaste o
incluso más bajo aún... el camino ya lo conoces, así que solo tienes que volver
a utilizar tu fuerza para volver a emprender el camino. Retornar más fuerte y
con más experiencia.
Si el ascenso se vuelve duro, es necesario no pensar en el
esfuerzo que estamos realizando y mantener la mente en calma, debemos dejar de
desear llegar arriba y disfrutar del trayecto, ya que si algo hemos aprendido
durante todo nuestro tiempo de existencia es que el deseo provoca frustración
al no cumplir nuestras expectativas y por esto mismo, el deseo provoca sufrimiento.
De lo que se deducen las cuatro verdades universales:
-Toda existencia es sufrimiento
-El origen del sufrimiento es el anhelo
-El sufrimiento puede extinguirse, extinguiendo su causa.
-Para extinguir la causa del sufrimiento, debemos seguir el Noble
camino óctuple consistente en realizar de forma correcta nuestra Comprensión, Pensamiento,
Palabra, Acción, Ocupación, Esfuerzo, Atención y Concentración.
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